Llueve.

Llueve.Por fín llueve y lo hace con ganas. Despacito pero de manera continua. Hace mucha falta el agua. Hemos pasado el invierno más seco de los últimos muchos años.Ahora  parece que veremos un alivio y lo notaremos enseguida en los sembrados y los montes.Las fuentes necesitarán que llueva  durante mucho más tiempo, pero por algo se empieza.Las primaveras en general son lluviosas y nos regalan estupendos días de sol y agua, pero casi habíamos perdido la confianza en que  este año en el que parece que todo está torcido, al final lloviera, como así está siendo. Lo cierto es que es que hay que confiar, confiar siempre en que todo viene de buenas, como los brotes del nogal que recoge la foto, sobre un fondo que apunta un debate entre las ramas secas y los brotes  primaverales.Al final ganan los buenos.