Hacer turismo rural y elegir un pueblo como Latorrecilla tiene sus ventajas y sus inconvenientes.Somos conscientes y no podemos evitarlo.Los niños se sienten a gusto y no quieren coger el coche para de salir de excursión. Prefieren quedarse a jugar en el pueblo.Si al final los padres llegan a un acuerdo y consiguen salir, sólo escuchan esta canción ¿Cuando volveremos a casa?. Lo curioso es que en Latorrecilla hay pocas cosas que llamen la atención de una manera espectacular. La calle, la plaza, el jardín, los columpios, los gatos, las golondrinas, el corral, las gallinas, los conejos,vecinos paseando o tomando el sol, Luisa regando las macetas, Paco de un lado para otro, Nacho que de vez en cuando pasa con el tractor, Benito que siempre va deprisa a dar de comer a las ovejas, José Luis que sube y baja del barrio de arriba, Toñin con su forgoneta amarilla, Purita, Pilar, Vicenta, Teresa, que salen a la plaza a comprar el pan, la fruta,o el pescado cuando llegan los vendedores cada uno en su día y a sus horas.Pepe que se pasa el día de aquí para allá con su gayata, sonriendo. Máxima con su bastón y sus abanico buscando la sombra. Reyes y Pili paseando, José Manuel y Pepe de casa a la era y algún rato a la plaza, Jorge con sus largos paseos....Es la vida normal de un pueblo pequeño en Pirineos de Huesca ¿ Dónde está la magia? Lo cierto es que ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Le agradecemos su comentario.
www.casalanau.com