Desde la Plaza de Latorrecilla. |
Es verano y como todos los veranos hace un poco de todo. Calor por el día, fresco por la noche. Más ahora, que ya es evidente el cambio climático y sus consecuencias. Calor y frío más intensos. Sequías prolongadas. Todos dicen que esto antes no pasaba, pero lo cierto es que las romerías más tradicionales a las ermitas de nuestro entorno, recogen en sus "gozos" peticiones de lluvia. Osea, desde hace siglos, está pasando. Ahora lo vivimos de otra manera. Como si fuéramos más delicados. Hay que ver. Vivir en campanas climatizadas es lo que tiene, cuando sales a la calle de verdad, todo es complicado. Puede ser que evolucionemos hacia la inadaptación.
Tarde deliciosa en la plaza de Latorrecilla. Mirando la mejor pantalla. El horizonte.
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